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Orar con la naturaleza

Noches de Pan y Luz
Guion de la oración del 28 de julio de 2022

Orar con la naturaleza

 

1. Presentación

 

Esta noche fijaremos nuestra mirada en la naturaleza. Vamos a orar con ella y por ella.

Alabado seas, mi Señor, cantaba San Francisco de Asís. En este hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos: Alabado seas mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas. (LS 1*)

*Aquí y en adelante, fragmentos de la Carta Encíclica Laudato Si’
del Santo Padre Francisco, sobre el cuidado de la casa común.


Comencemos preguntándonos sobre nuestra relación con la naturaleza. Las siguientes preguntas nos ayudan y los sonidos de la naturaleza nos inspiran y nos acompañan.

 

Sugerencia: Si haces esta oración desde casa, puedes puedes poner de fondo una música relajante con sonidos de la naturaleza.

Escuchar sonidos de la naturaleza (será redirigido a YouTube).

 

• ¿Nos dejamos admirar y asombrar por las maravillas que nos ofrece la naturaleza?
• ¿Damos gracias por la gran cantidad de dones que ella nos proporciona? El aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos que comemos, todo sale de nuestra madre tierra.
• Qué relación mantengo yo con la naturaleza, ¿realmente la cuido y la respeto o solo la uso y la maltrato?
• ¿Cómo me siento ante el maltrato constante que los seres humanos estamos haciendo de la casa común que Dios nos ha dado?
• ¿Estoy dispuesto a cambiar algo en mi vida para frenar el deterioro que sufre nuestra casa común?

 

2. El relato de la Creación

 

Vídeo: Fragmento de la película Noé (2014) en el que se narra la Creación.

Ver el vídeo (será redirigido a YouTube).

 

Al mismo tiempo, el pensamiento judío cristiano desmitificó la naturaleza. Sin dejar de admirarla por su esplendor y su inmensidad, ya no le atribuyó un carácter divino. De esa manera se destaca todavía más nuestro compromiso ante ella. Un retorno a la naturaleza no puede ser a costa de la libertad y la responsabilidad del ser humano, que es parte del mundo con el deber de cultivar sus propias capacidades para protegerlo y desarrollar sus potencialidades. Si reconocemos el valor y la fragilidad de la naturaleza, y al mismo tiempo las capacidades que el Creador nos otorgó, esto nos permite terminar hoy con el mito moderno del progreso material sin límites. Un mundo frágil, con un ser humano a quien Dios le confía su cuidado, interpela nuestra inteligencia para reconocer cómo deberíamos orientar, cultivar y limitar nuestro poder. (LS 78)

El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar. El Creador no nos abandona, nunca hizo marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente de habernos creado. La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común. (LS 13)

 

Vídeo: El Salmo de la Creación.

Ver el vídeo (será redirigido a YouTube).

 

3. La Naturaleza en los Evangelios.

En los Evangelios, Jesús usa mucho las imágenes de la naturaleza para trasmitirnos muchas de sus enseñanzas.

 

Del Evangelio según san Lucas (12, 22-31)

 

Por eso os digo: No andéis preocupados pensando que vais a comer para poder vivir, ni con que vestido vais a cubrir vuestro cuerpo. Porque la vida es más importante que el alimento y el cuerpo más que el vestido. Mirad a los cuervos; no siembran ni siegan, ni tienen despensas ni graneros y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valéis vosotros que los pájaros! ¿Y quién de vosotros, por más que se preocupe, puede alargar su vida una hora? Por tanto, si no podéis hace ni siquiera las cosa más pequeñas ¿porque preocuparos de lo demás? Fijaos como crecen los lirios; no se afanan ni hilan, pero os digo que ni Salomón en todo su esplendor se vistió como uno de ellos. Y si Dios viste así a la hierba que hoy está en el campo y mañana se echa al horno, cuanto más hará por vosotros hombre de poca fe? Así que vosotros no andéis buscando que comeréis ni beberéis; no estéis ansiosos. Por todo eso se afana la gente del mundo, pero vuestro Padre ya sabe o que necesitáis. Buscad más bien su reino, y él os dará lo demás.

 

• ¿No será este afán de acaparamiento y de consumo en el que vivimos el que está llevando a la destrucción de nuestro planeta?
• ¿De qué cosas estamos realmente estamos dispuestos a despréndenos para romper con el círculo del consumo desmedido que está llevando a la sobreexplotación de los recursos naturales de nuestro planeta?
• ¿Realmente nos sentimos cuidados por Dios, cual es nuestra fe y confianza ante lo imprevisible que nos pueda pasar?

 

Canción:"Mother Earth, Mama Tierra" de Macaco

Ver el vídeo (será redirigido a YouTube).

 

¿Qué podemos hacer nosotros ante esta evidente destrucción de nuestra Madre Tierra?

 

Tendemos a pensar que una sola persona no puede hacer nada para cuidar el planeta. ¡Pero no es así! Cada uno de nosotros puede aportar su granito a la gran tarea de cuidar nuestra casa común. Las pequeñas decisiones que tomamos cada día tienen un efecto real para el medio ambiente: el transporte que utilizas; las compras que haces; lo cuidadoso que eres con el reciclaje; lo mucho que controlas tu gasto de papel, luz y agua. Podemos ser parte de la solución e influir en el cambio. Las acciones son contagiosas, y pueden expandirse para impulsar el cambio colectivo que necesitamos para afrontar la crisis climática. Infórmate aquí sobre las pequeñas acciones que puedes implementar en tu vida (serás redirigido a la web de la ONU).

En nuestra Unidad Pastoral estamos llevando a cabo un proyecto bajo el título el Huerto de las Monjas. Esta iniciativa surgió en la catequesis de niños de poscomunión, con la ayuda de las hermanas del Monte Carmelo que nos ofrecieron el espacio del huerto. Plantando y cuidando todos juntos un pequeño huerto, los niños y sus padres, los catequistas y las hermanas carmelitas misioneras están viviendo una experiencia enriquecedora de cuidar la tierra.



Para finalizar leemos todos juntos esta bonita oración del Papa Francisco tomada de la encíclica Laudato Si.

 

Oración por nuestra tierra (Laudato si)

 

Dios omnipotente,
que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas,
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos la vida y la belleza.
Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Sana nuestras vidas,
para que seamos protectores del mundo y no depredadores,
para que sembremos hermosura
y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones
de los que buscan sólo beneficios
a costa de los pobres y de la tierra.
Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa,
a contemplar admirados,
a reconocer que estamos profundamente unidos con todas las criaturas
en nuestro camino hacia tu luz infinita.
Gracias porque estás con nosotros todos los días.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha
por la justicia, el amor y la paz.

 

P.D. Para seguir reflexionando: 11 consejos para cuidar nuestro huerto espiritual.

 

Del jardín del alma al Jardín del Cielo

Me era gran deleite considerar mi alma un huerto y al Señor que se paseaba en él.
(Libro de la vida 14,9 Santa Teresa)

1. Escoge el sustrato. Es buena tierra aquel que escucha la palabra de Dios y la pone en práctica
2. Humedece la tierra. Déjate empapar por la oración
3. Siembra la semilla. Deja crecer los dones que el Señor te ha dado
4. Elimina las malas hierbas. No dejes que el pecado impida brotar las virtudes
5. Abona. Acude con frecuencia a los sacramentos, en especial a la eucaristía
6. Riega. Empape de la Palabra de Dios
7. Asegúrate que reciban calor y luz. El amor es lo único que crece dando
8. Poda para que den más fruto. Practica las obras de misericordia
9. Espera a que de fruto a su debido tiempo. La paciencia todo lo alcanza
10. Cosecha los frutos. Dad gratis lo que recibisteis gratis
11. Confía en el Divino Hortelano. Quien a Dios tiene nada le falta

 

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