Este año el Tiempo de la creación lleva por lema: "¿Una casa para todos? Renovando el oikos de Dios". Y el símbolo elegido para este año, y que ahora preside nuestra celebración, es una tienda de campaña. Se inspira en la tienda de Abraham y en su hospitalidad, tal como relata el libro del Génesis. Una hospitalidad llena de significados sobre los que vamos hoy a reflexionar y a orar.
Lectura del libro del Génesis
El Señor se apareció a Abraham junto al encinar de Mamré, mientras él estaba sentado a la entrada de su carpa, a la hora de más calor. Alzando los ojos, divisó a tres hombres que estaban parados cerca de él. Apenas los vio, corrió a su encuentro desde la entrada de la carpa y se inclinó hasta el suelo diciendo: «Señor mío, si quieres hacerme un favor, te ruego que no pases de largo delante de tu servidor. Yo haré que les traigan un poco de agua. Lávense los pies y descansen a la sombra del árbol. Mientras tanto, iré a buscar un trozo de pan, para que ustedes reparen sus fuerzas antes de seguir adelante. ¡Por algo han pasado junto a su servidor!». Ellos respondieron: «Está bien. Puedes hacer lo que dijiste».
Abraham fue rápidamente a la carpa donde estaba Sara y le dijo: «¡Pronto! Toma tres medidas de la mejor harina, amásalas y prepara unas tortas». Después fue corriendo hasta el corral, eligió un ternero tierno y bien cebado, y lo entregó a su sirviente, que de inmediato se puso a prepararlo. Luego tomó cuajada, leche y el ternero ya preparado, y se los sirvió. Mientras comían, él se quedó de pie al lado de ellos, debajo del árbol. Ellos le preguntaron: «¿Dónde está Sara, tu mujer?». «Ahí en la carpa», les respondió. Entonces uno de ellos le dijo: «Volveré a verte sin falta en el año entrante, y para ese entonces Sara habrá tenido un hijo» (Gn 18,1-10).
1. La HOSPITALIDAD que acoge y custodia la vida
La TIENDA es hoy para nosotros símbolo de nuestro llamado ecuménico a practicar el cuidado de la Creación como un acto de hospitalidad radical, salvaguardando un lugar para todas las criaturas en nuestra casa común, la casa (oikos) de Dios.
Para reflexionar:
¿Conservo la capacidad de admirarme ante la naturaleza?
¿Soy ‘custodio’ de la creación o me muevo según los criterios de la sociedad de consumo?
¿Respeto y cuido el medioambiente pensando en las generaciones futuras?
Atención: por favor, no reproduzca el vídeo si se encuentra en la iglesia. El sonido puede molestar a otras personas. Gracias.
2. La Tienda como REFUGIO y HOGAR
“Que more yo en Tu tienda para siempre; y me abrigue bajo el refugio de tus alas” (Sal 61,4).
“Señor, mis ojos están vueltos a ti, en ti me refugio” (Sal 141,8).
“El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra” (Sal 120,2).
“Hasta el gorrión ha encontrado una casa; la golondrina, un nido donde colocar sus polluelos: tus altares, Señor de los ejércitos, Rey mío y Dios mío” (Sal 84,4).
“Y la Palabra se hizo carne y estableció su tienda entre nosotros” (Jn. 1,14).
Mensaje del Papa Francisco para la 107.ª jornada mundial del migrante y del refugiado 2021: “Hacia un nosotros cada vez más grande”
“Los fieles católicos están llamados a comprometerse, cada uno a partir de la comunidad en la que vive, para que la Iglesia sea siempre más inclusiva […]. Hoy la Iglesia está llamada a salir a las calles de las periferias existenciales para curar a quien está herido y buscar a quien está perdido, sin prejuicios o miedos, sin proselitismo, pero dispuesta a ensanchar el espacio de su tienda para acoger a todos. Entre los habitantes de las periferias encontraremos a muchos migrantes y refugiados, desplazados y víctimas de la trata, a quienes el Señor quiere que se les manifieste su amor y que se les anuncie su salvación”.
Mensaje de los obispos en la Jornada del Migrante y Refugiado 2021
“La realidad nos pone delante la pandemia actual, la crisis demográfica, el cambio climático, la seguridad de las fronteras y la creciente desigualdad social. […] La cultura del encuentro será la llave para facilitarnos que allí donde camine la Iglesia se abran puertas y, además, posibilite que el migrante pueda incorporarse cada vez más, en todos los procesos de participación, de vida y de fe”
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3. La Tienda invita al DIÁLOGO y a la fraternidad universal
Del mensaje conjunto del Santo Padre Francisco, Su Santidad Bartolomé I, Patriarca Ecuménico y Su Gracia Justin Welby, Arzobispo de Canterbury para la protección de la Creación.
“Durante más de un año, todos hemos experimentado los efectos devastadores de una pandemia mundial: todos nosotros, pobres o ricos, débiles o fuertes. Algunos estaban más protegidos o eran más vulnerables que otros, pero la rápida propagación de la infección ha hecho que dependamos unos de otros en nuestros esfuerzos por mantenernos a salvo. Nos hemos dado cuenta de que, ante esta calamidad mundial, nadie está a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo, que nuestras acciones realmente afectan a los demás, y que lo que hacemos hoy afecta a lo que ocurrirá mañana.
No son lecciones nuevas, pero hemos tenido que afrontarlas de nuevo. Ojalá no desperdiciemos este momento. Debemos decidir qué tipo de mundo queremos dejar a las generaciones futuras. Dios manda: "Escoge la vida, para que vivas tú y tu descendencia" (Dt 30,19). Debemos elegir vivir de otra manera; debemos elegir la vida.
Muchos cristianos celebran el mes de septiembre como la Estación de la Creación, una oportunidad para rezar y cuidar la creación de Dios. Mientras los líderes mundiales se preparan para reunirse en noviembre en Glasgow para deliberar sobre el futuro de nuestro planeta, rezamos por ellos y consideramos las decisiones que todos debemos tomar. En consecuencia, como líderes de nuestras Iglesias, hacemos un llamamiento a todos, sea cual sea su creencia o visión del mundo, para que se esfuercen por escuchar el clamor de la tierra y de las personas que son pobres, examinando su comportamiento y comprometiéndose a realizar sacrificios significativos por el bien de la tierra que Dios nos ha dado. […]
El cuidado de la creación de Dios es un mandato espiritual que requiere una respuesta de compromiso. Este es un momento crítico. El futuro de nuestros hijos y el de nuestra casa común dependen de ello”.
Oramos en comunión con todas las Iglesias:
Señor, que imitando a san Francisco de Asís, sepamos descubrirte en tu creación, regalo precioso de tu infinito amor, conservemos siempre la conciencia de tu presencia cercana y permanente en nuestras vidas, y te alabemos gozosamente sin cesar. ROGUEMOS AL SEÑOR.
Oh Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados de esta tierra, tus favoritos. Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del mundo y no depredadores, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción. Toca los corazones de los que buscan solo beneficios a costa de los pobres y de la tierra. ROGUEMOS AL SEÑOR.
Señor de la vida, Tú que has creado un mundo cargado de vida, con multitud de especies diferentes, todas relacionadas armónicamente en variedad de ecosistemas, te pedimos luz para conocer las leyes de la naturaleza y virtud para respetarlas. ROGUEMOS AL SEÑOR.
Tras la pandemia mundial que padecemos, fruto del mal uso de la creación, escucha nuestro dolor, sana nuestro mundo, e infunde en nuestros corazones la responsabilidad de hijos de Dios, respetuosos con los demás y con todas tus criaturas. Que la Tierra sea un hogar saludable para todos. ROGUEMOS AL SEÑOR
4. La AUSTERIDAD solidaria del peregrino
✠ Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 24-34
R/. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?
¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe?
No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo, buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura».
Palabra del Señor.
R/. Gloria a ti, Señor Jesús.
Signo y compromiso
Nos descalzamos como símbolo de respeto por la sacramentalidad de la creación. Dios se revela en el mundo creado y acogemos esta presencia como Moisés, que se descalza ante la zarza ardiente.
Nos descalzamos como signo de sobriedad y de solidaridad. No queremos apropiarnos o explotar los recursos naturales sin discreción, con egoísmo, derrochando lo que a otros les falta.
Nos descalzamos para expresar nuestro compromiso de compartir, no solo lo que nos sobra, sino aquello que también necesitamos para vivir.
Atención: por favor, no reproduzca el vídeo si se encuentra en la iglesia. El sonido puede molestar a otras personas. Gracias.
DESPEDIDA
“Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna, y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba”, cantaba san Francisco de Asís. Nos unimos también nosotros a esta alabanza al Dios creador y le damos gracias cantando juntos el Salmo 8.
Señor, Dios nuestro,
qué admirable es tu Nombre
en toda la tierra,
en toda la tierra.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado:
qué es el hombre para que te acuerdes de él,
el ser humano para darle poder.
Qué es el hombre para que te acuerdes de él,
el ser humano para darle poder.
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies.
Rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
todo lo sometiste bajo sus pies.
Oración final
¡Señor Dios nuestro, qué preciosa es tu obra! Y la más hermosa de todas tus criaturas: el hombre y la mujer, iguales en dignidad, imagen de tu amor, “coronados de gloria y esplendor” te alaban y te bendicen maravillados.
Pero nuestras ansias de poder y nuestra soberbia destruyen la armonía de tu creación y el mundo sufre. Perdónanos, Señor. Y transforma nuestros corazones a imagen y a la medida del corazón de tu Hijo, Nuestro Señor, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
Gracias por haber utilizado este guion en formato digital. Cada papel que ahorramos cuenta en nuestra misión común de cuidar el planeta. No dudes en dejarnos un comentario, si crees que podemos cambiar algo para mejorar tu experiencia.